Lucía aprendió que esta situación se pudo evitar si Diego hubiera leído y seguido las instrucciones en la
etiqueta del producto, en vez de escuchar los consejos de su vecino. El especialista de NPIC le informó a
Lucía que el producto que Diego uso no estaba registrado por la Agencia de Protección Ambiental (EPA)
para repeler o para matar ratas. Sin embargo, este producto había sido diseñado para matar polillas y sus
huevecillos, y podía ser usado solo en bolsas para ropa, armarios, y envases herméticos.
Lucía aprendió que las bolas de naftalina son un pesticida que viene en forma sólida, transformándose
lentamente en un gas por medio de un proceso llamado sublimación. Las bolas de naftalina hechas en
los Estados Unidos contienen uno de dos compuestos químicos como ingrediente activo: naftaleno o
paradiclorobenceno. La exposición a grandes cantidades de naftaleno o paradiclorobenceno puede
causar dolores de cabeza, náusea, vomito, diarrea, tos e irritación ocular y de las vías respiratorias.
Además, una exposición prolongada puede ocasionar daño al hígado y a los riñones.
Lucía estaba interesada en aprender cómo eliminar el gas que las bolas de naftalina estaban produciendo
en su hogar. El especialista de NPIC le expuso alternativas a considerar, por ejemplo: recolectar las bolas
de naftalina de donde fueron aplicadas y ventilar el área abriendo las puertas y ventanas. Las instrucciones
de la etiqueta indican que se debe evitar el contacto con la piel, por lo que Lucía debería usar guantes
mientras las recogía. Para reducir aún más la exposición, Diego y Lucía podían permanecer fuera de su
hogar mientras éste era ventilado, y de ser necesario usar un ventilador para aumentar la circulación de
aire.
Las instrucciones de cómo desechar correctamente las bolas de naftalina pueden ser encontradas en la
etiqueta o pueden ser obtenidas contactando la oficina local del programa de desechos peligrosos
del hogar.
El especialista de NPIC le recordó a Lucía siempre leer la etiqueta en su totalidad antes de usar un
producto pesticida para determinar dónde se puede aplicar, las plagas que puede controlar, y cómo usarlo
correctamente.
Si alguien inhala o ingiere un pesticida, o le salpica en la piel o en los ojos, lea y siga las instrucciones de primeros auxilios en la etiqueta del producto, y llame al Centro de Control de Envenenamientos (1-800-222-1222) para obtener información médica de emergencia, o consulte a un médico.