Mónica se sorprendió al aprender que los esterilizadores, desinfectantes y sanitizantes son regulados
como pesticidas por la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos
(EPA). Así como los herbicidas controlan las malas hierbas o maleza; y los insecticidas los insectos, los
antimicrobianos están diseñados para controlar los gérmenes, incluyendo bacterias, virus y hongos.
Mónica también aprendió la diferencia entre esterilizadores, desinfectantes y sanitizantes. Los esterilizadores
son comúnmente usados en equipos médicos o de laboratorio para eliminar bacterias, virus, hongos y
las esporas que éstos producen. En contraste, los desinfectantes no eliminan las esporas, solamente
destruyen las bacterias y los virus. Los sanitizantes reducen el número de gérmenes presentes en un
objeto hasta un nivel que satisface las normas de salud pública.
La especialista le dijo que los productos en gel para las manos están diseñados para ser usados en
personas y no son apropiados para ser aplicados en juguetes. Mónica le preguntó si el jabón y agua o la lejía
serían efectivos para este fin. La especialista le explicó que los productos que alegan ser solamente para
limpieza carecen de actividad pesticida y no son registrados por la EPA. Al ser productos no registrados,
no se sabe con certeza si tienen o no la capacidad de remover gérmenes. Mónica aprendió que el número
de registro de la EPA, que se encuentra en la etiqueta, permite al público saber que el producto ha sido
evaluado en cuanto a riesgos para la salud y eficacia. Mónica encontró el número de registro de la EPA en
la etiqueta del envase de lejía y se lo proporcionó a la especialista.
Mientas leía la información en la etiqueta del envase de lejía, Mónica le preguntó a la especialista sobre
el significado de la frase "para uso en superficies sólidas no porosas". La especialista le explicó que esta
frase se utiliza con frecuencia para describir materiales sólidos que no absorben luz o líquidos. Mónica
se percató que Dino era definitivamente absorbente y decidió que la lavadora era lo mas apropiado para
el. Sin embargo, el carro de juguete era una superficie sólida no porosa. Dado que Pablo había jugado
con él estando enfermo, Mónica decidió usar una solución de lejía para desinfectarlo. Ella determinó la
proporción de dilución leyendo las instrucciones de aplicación y mezcla en la etiqueta. La especialista le
señaló que el juguete debía permanecer en la solución por lo menos 2 minutos para ser desinfectado.
Al final, Mónica aprendió algunas cosas nuevas y tomó una decisión informada. También entendió la
importancia de leer la etiqueta del producto antes de usar cualquier pesticida.