Alicia decidió que era hora de limpiar la cocina a fondo. Ella preparó todo para la limpieza mientras Miguelito, su hijo de 2 años de edad, estaba jugando en el comedor contiguo porque Alicia no quería perderlo de vista. Alicia empezó trapeando el piso con un desinfectante. Echó un poco del líquido en el balde, dejó la botella a un lado en el piso y colocó la tapa sobre el mostrador.
Alicia se distrajo por un momento mientras enjuagaba el trapeador. Cuando volteó, vio que Miguelito tenía la botella del desinfectante en las manos. ¡La tenía cerca a la boca y estaba listo para beber de ella! ¡Alicia se dio cuenta que Miguelito pensaba que era una botella de jugo de frutas!
De inmediato le quitó la botella de las manos. En ese instante, también notó que la botella de lejía (blanqueador) en el mostrador parecía una botella de leche. Alicia se dio cuenta entonces de que lo que había sucedido tan rápidamente podría ocurrir de nuevo. Ella estaba muy preocupada por la salud de su hijo e inmediatamente llamó al NPIC.