Andrés se preparó para rociar su césped con un insecticida, para lo cual leyó cuidadosamente la etiqueta del producto antes de empezar. Peluche el perro de Andrés, lo miró mezclar y aplicar el producto en el jardín desde dentro de la casa. Una vez que el área tratada se había secado, Andrés entró en la casa para limpiarse y dejo salir a su perro. Mientras Andrés se lavaba las manos, miró hacia afuera por la ventana y vio a Peluche masticando la botella de insecticida. Andrés salió rápidamente y le quitó la botella de insecticida al perro. Por suerte Peluche, no había perforado el contenedor. Andrés pensó, "Fui tan cuidadoso, no puedo creer que se me haya olvidado guardar correctamente el producto antes de dejar salir a Peluche".
Andrés dice, ¡no dejes que esto te pase a ti! Sepa cómo evitar un percance similar.