1.800.858.7378npic@oregonstate.edu
Estamos abiertos de 8:00 a. m. a 12:00 p. m.,
hora del Pacífico, de lunes a viernes
    A a Z



Con un bebé en camino... ¿Es aceptable rociar?

Disponible en inglés

Juliana y Marcos esperaban el nacimiento de su primer bebé en pocas semanas cuando descubrieron que su hogar habido sido infestado por pulgas. Marcos planeó comprar un producto de aplicación local cutánea para controlar las pulgas de su perro, y algunos aerosoles para tratar el interior de su hogar antes de que el bebé naciera. Sin embargo, a Juliana le preocupaba usar pesticidas en la casa durante su embarazo, y aún más ahora que el bebé llegaría pronto. Juliana recordó ver un número telefónico para información sobre pesticidas en su libro de maternidad. Juliana y Marcos decidieron llamar al Centro Nacional de Información de Pesticidas (NPIC) para obtener más información.



Mensaje

El especialista de NPIC les explicó el porqué los niños son más sensibles que los adultos a los pesticidas. Durante el embarazo e infancia, el cerebro, sistema nervioso y órganos del bebé se desarrollan rápidamente. Las barreras que protegen o ayudan a eliminar las sustancias nocivas del cerebro, el hígado y los riñones, no han madurado en los bebés e infantes, por lo que la tolerancia de sus cuerpos a estas substancias no es la misma que la de los adultos. Los infantes y niños a diferencia de los adultos, pueden ser expuestos a niveles más altos de pesticidas debido a que respiran más veces por minuto y tienen más piel con respecto a su peso corporal.

Los infantes y niños tienen un mayor riesgo de exposición a los pesticidas en comparación con los adultos debido a ciertos comportamientos específicos de su edad. Los bebés y los niños generalmente se encuentran más cercanos al suelo, donde los pesticidas pueden haber sido aplicados, aumentando así su potencial de respirar, tocar o ingerir ciertos productos químicos residuales. Por ejemplo, los bebés que gatean en alfombras recién tratadas tienen un mayor potencial de absorber pesticidas residuales por la piel. Además, es más probable que los niños pequeños se lleven a la boca los dedos, juguetes y otros objetos.

El especialista de NPIC les informó que el potencial de los niños a ser más susceptibles a los pesticidas es considerado por la EPA al evaluar y determinar el riesgo de un producto químico. También aprendieron que si decidían utilizar un pesticida, deberían leer la etiqueta del producto cuidadosamente antes de aplicarlo, para asegurarse que el uso que quieran darle ha sido aprobado y que esta siendo aplicado de acuerdo con las instrucciones de la etiqueta. El especialista de NPIC también le informó sobre algunos pasos que podían ser tomados para minimizar su exposición a los pesticidas, incluyendo apartar las cosas del bebé antes de rociar, y de cerciorarse que Juliana este fuera del área mientras que el producto está siendo aplicado. Juliana y Marcos podrían reducir su exposición aún más permaneciendo fuera del área tratada hasta que el pesticida esté totalmente seco y después que el área haya sido ventilada. También discutieron el permitir que Marcos o el veterinario apliquen un producto tópico para pulgas al perro, y el asegurarse de que el área donde fue aplicado este totalmente seca antes de acariciar al perro. Finalmente, el especialista de NPIC guió a Marcos y Juliana a encontrar recursos adicionales sobre métodos de control de pulgas empleando el manejo integrado de plagas (IPM).